Aprendizajes sociales de una Comunidad Educativa de la Ciudad de Pereira, en tiempos de pandemia[1].

 

 

Recibido: agosto 4 de 2020/ Revisado: septiembre  14 de 2020/ Aceptado: noviembre  30 de 2020

 

Por: Mauricio Alexander Pulgarin Mejía[2]

 

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Pulgarin, M. (julio-diciembre, 2020). Aprendizajes sociales de una Comunidad Educativa de la Ciudad de Pereira, en tiempos de pandemia. Revista Investigium IRE: Ciencias Sociales y Humanas, XI (2), pp. 96-107 doi: https://doi.org/10.15658/INVESTIGIUMIRE.201102.08

 

 

Resumen:  La suspensión de la presencialidad en las escuelas debido a la crisis actual provocada por la propagación del virus Covid-19 obligó a la comunidad educativa a usar diferentes medios de comunicación interactivos, para continuar con los procesos de enseñanza y aprendizaje escolar remoto desde casa. Estos usos, comenzaron a revelar nuevos aprendizajes, socializados en los diferentes encuentros virtuales con los maestros, y observados en la nueva cotidianidad escolar desde cada una de las familias, razón por la cual una institución educativa pública de la ciudad de Pereira, decidió implementar un proceso de investigación que permitiera reconocer los aprendizajes sociales,  aquellos que no son adquiridos en lugares y momentos específicos, ni contemplados en el plan de estudios desde el inicio del año escolar, sino que emergen a partir del intercambio e interacción en diferentes contextos, y que hacen parte de la formación del ser humano, con proyección a incluirlos dentro  del currículo escolar, dado que han sido claves dentro del proceso institucional.

 

Para evidenciar estos aprendizajes, se hizo uso de la investigación cualitativa con el método netnográfico, a partir de la observación participante y no participante, en Redes Sociales como Facebook y grupos de WhatsApp, en interacción constante con los integrantes de la comunidad educativa, para recoger expresiones, imágenes y acciones en el ciberespacio; además, se implementó   la encuesta cualitativa, que permitió explorar significados y experiencias durante la pandemia, que no solo deja consecuencias en términos patológicos, y detrimento económico, sino también una serie de aprendizajes sociales, producto del distanciamiento físico, y las posibilidades de interacción a través de la virtualidad.

 

 

Palabras clave: Aprendizaje social, autonomía, creatividad, escuela, familia, medios de comunicación interactivos.

 

Social learnings of an Educational Community of the City of Pereira, in times of pandemic.

 

Abstract: The suspension of presence in schools due to the current crisis caused by the spread of the Covid-19 virus fored the educational community to use different interactive media, to continue the processes of teaching and remote school learning from home. These uses began to reveal new learnings, socialized in the different virtual encounters with teachers, and observed in the new school daily life from each of the families, which is why a public educational institution in the city of Pereira decided to implement a research process that would allow recognizing social learning, those that are not acquired at specific places and times, nor contemplated in the curriculum since the beginning of the school year, but rather emerge from exchange and interaction in different contexts, and that are part of the formation of the human being, with projection to include them within the school curriculum, since they have been key within the institutional process.

 

     To demonstrate these learnings, qualitative research was used with the ethnographic method, from participating and non-participating observation, on social networks such as Facebook and WhatsApp groups, in constant interaction with members of the educational community, to collect expressions, images and actions in cyberspace; in addition, the qualitative survey was implemented, which allowed to explore meanings and experiences during the pandemic, which not only leaves consequences in pathological terms, and economic detriment, but also a series of social learnings, product of physical distancing, and the possibilities of interaction through virtuality.

 

Keywords: Social learning, autonomy, creativity, school, family, interactive media.

 

 

Aprendizagens sociais de uma comunidade educativa da cidade de Pereira, em tempos de pandemia.

 

Resumo: A suspensão da presença nas escolas devido à atual crise provocada pela propagação do vírus Covid-19 obrigou à comunidade educativa a utilizar diferentes meios de comunicação interativos, para continuar com os processos de ensino e aprendizagem escolar remoto a partir de casa. Esses usos passaram a revelar novos aprendizados, socializados nos diferentes encontros virtuais com os professores, e observados no novo cotidiano escolar de cada uma das famílias, razão pela qual uma instituição de ensino pública da cidade de Pereira decidiu implantar um processo de investigação que permitiria reconhecer as aprendizagens sociais, aquelas que não são adquiridas em lugares e momentos específicos, nem contempladas no plano de estudos desde o início do ano letivo, mas que emergem da troca e interação em diferentes contextos, e que fazem parte da formação do ser humano, com a projeção de incluí-los no currículo escolar, visto que têm sido fundamentais no processo institucional.

 

     Para evidenciar esses aprendizados, utilizou-se a pesquisa qualitativa com o método netnográfico, a partir da observação participante e não participante, em Redes Sociais como Facebook e grupos WhatsApp, em constante interação com membros da comunidade educacional, para coletar expressões, imagens e ações no ciberespaço; além disso, se implementou uma pesquisa qualitativa, que permitiu explorar significados e experiências durante a pandemia, que não só deixa consequências em termos patológicos, e em detrimento econômico, mas também uma série de aprendizagens sociais, produto do distanciamento físico, e as possibilidades de interação através da virtualidade.

 

Palavras-chave: Aprendizagem social, autonomia, criatividade, escola, família, médios de comunicação interativos.

 

Introducción

 

Ser maestro, directivo, estudiante y padre de familia y/o acudiente, en tiempos de pandemia, trajo consigo abrumadores desafíos, pero también la posibilidad de ser, estar, aprender y convivir de maneras diferentes e inimaginables.

 

A partir del 16 de marzo de 2020, el gobierno nacional de Colombia, decretó emergencia sanitaria dada la propagación del Virus Covid-19, que según la Organización Mundial de la Salud, es una “enfermedad infecciosa causada por el coronavirus”; lo antepuesto, llevó a que las autoridades locales tomaran decisiones, en el caso de la ciudad de Pereira, se emitió en un inicio, una circular que informaba el cierre de las escuelas, de esta manera comienza una carrera contra el tiempo, donde no  solo hay que aprender medidas de bioseguridad para el cuidado y autocuidado de la salud, sino también cómo continuar con los procesos de enseñanza y aprendizaje de los niños, niñas y jóvenes, en el caso de las Instituciones Educativas.

 

El sistema educativo tuvo que transformar las prácticas pedagógicas, aprender a ser directivos, docentes, estudiantes y padres de familia y /o acudientes, desde otras realidades contextuales, y a su vez, a partir de nuevas posibilidades de estar en la escuela y crear comunidad educativa. Y como la transformación, suele generar resistencia, y miedo, “como existencia previa de pensamientos y emociones contrarios al cambio” (García, 2011, p.236), en un principio, la comunidad educativa, encontraba excusas, limitaciones e incertidumbres para iniciar la praxis pedagógica desde la virtualidad, reflejadas en expresiones comunes de los docentes tales como: “muchos de los niños de nuestro sector no tienen computadores”, “los muchachos solo saben chatear”, “eso por ahí no es lo mismo, qué van a aprender” (testimonio docentes, 2020).

 

            Sin embargo, el Covid-19, considerado “un nuevo virus para los humanos, y la población general carece de inmunidad contra la nueva cepa. Además, hay más de una ruta de transmisión para este virus. Estos factores provocaron que el nuevo coronavirus se volviera epidémico.” (Ortiz, 2020, p.3), no  ha sido solo una enfermedad infecciosa, que trae síntomas como fiebre, tos seca y cansancio, y que puede conllevar a la muerte por las dificultades respiratorias que ocasiona; o un virus que paralizó la economía y el sector financiero por el aislamiento social, sino también un enemigo desconocido con consecuencias en el campo de lo social,  educativo y personal,  que trajo consigo nuevas experiencias y significaciones, la necesidad de nuevos aprendizajes que deben ser capturados y no olvidados, tanto a nivel intra como interpersonal, aprendizajes y enseñanzas que quizás siempre han estado en la cotidianidad de la vida, pero que ahora en tiempos de crisis, y con el uso y apropiación de medios de comunicación interactivos, se hacen más visibles, penetrantes  y tangibles.

 

Y es que a lo largo de la historia, las epidemias han sido  sustanciales  en la evolución humana, y han tenido papeles claves en la configuración de las sociedades, ya sean a favor o en contra,  como es el caso de la Peste Negra en Europa, que permitió el surgimiento de un nuevo interés por la ciencia y la técnica, dado que en su momento “las medidas de carácter espiritual y material que tenían, fueron insuficientes para hacerle frente a la enfermedad,  de hecho se plantea que los propios físicos o cirujanos de la época no conocían el remedio ante tan terrible enfermedad, ellos mismos, en ocasiones, confiaban más en el auxilio divino que en su ciencia” (Fuente, 1988, p. 426).

 

En el caso de la Institución Educativa de la ciudad de Pereira, se da cuenta de aprendizajes sociales relevantes, es decir, de aquellos aprendizajes que surgen del intercambio e interacción entre las personas y los diferentes contextos, de manera espontánea y sin ser planeados, al hacer uso de los medios de comunicación interactivos en la educación, dado el distanciamiento físico social; medios de comunicación interactivos a través de diferentes dispositivos como el celular, tableta,  y computador con conexión a internet, que no requieren que los usuarios estén conectados en el mismo momento ni lugar.      

 

Estos aprendizajes sociales, que serán ampliados más adelante, surgen de la transformación que ha enfrentado el sector educativo, en tiempos de crisis económica, social y sanitaria, entre los que se encuentra  por ejemplo, que los medios de comunicación interactivos, son usados y apropiados más allá de la información y la comunicación, lo que implica asumir la creatividad y la innovación como principios fundamentales para hacerle frente a las nuevas demandas de la sociedad, que a su vez, implica fortalecer la autonomía en el manejo del tiempo para la consecución de los aprendizajes.

 

Los usos y apropiaciones de los medios en esta comunidad, evidencian además, que la comunidad educativa ha logrado hacerle frente a la tecnofobia, de manera que se aprovechan significativamente, todas las posibilidades de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, con el apoyo del docente, quien desde su accionar, figura y función, es uno de los pilares fundamentales en el proceso de formación de los niños, niñas y jóvenes.

 

 Por otro lado, se ve reflejada, la importancia del trabajo mancomunado familias y escuela, así como el valor de la solidaridad no solo en términos económicos sino desde el compartir de saberes; siendo la escuela, ese espacio de esparcimiento, fortalecimiento de relaciones sociales y vínculos afectivos, que reconoce y contribuye al pensamiento crítico, hoy más que nunca, dada la cantidad de noticias falsas que circulan por los diferentes medios.

 

Metodología

 

Desde la coordinación de una Institución Educativa Pública de la Ciudad de Pereira, se ve a diario con asombro cómo la pandemia del COVID-19, se ha convertido en la excusa y oportunidad para que afloren una serie de aprendizajes que trascienden el uso de herramientas y programas informáticos para recrear las clases, posible de detectar, gracias a la observación y participación activa de los directivos, en los diferentes grupos de WhatsApp y Redes Sociales compartidas con  docentes, estudiantes y padres de familia y/o acudientes, posibilidad de reflexión y análisis agudizada a través del perfil de un estudiante de Doctorado en Ciencias de la Educación, que ha permitido desarrollar y mantener una actitud hacia la reflexión de la práctica educativa y el avance del conocimiento. No obstante, estas hipótesis convertidas en reflexiones han sido contrastadas a través del camino de la investigación.

 

Estos aprendizajes, deben recuperarse para ser analizados y visibilizados dentro del currículo escolar, por lo cual se hizo uso de la investigación cualitativa, que desde Jiménez (2000), parte del supuesto básico de que el mundo social está construido de significados y símbolos, tomando como punto de partida la observación participante que permitió capturar y registrar todo aquello que acontece dentro de ciertos escenarios, teniendo en cuenta el propio observador y los sujetos investigados, “incluyendo lo que dicen y los componentes pertinentes de todo el escenario de esa situación”,  (Diaz de Rada, 2011, p.17), que en este caso se centró, en entornos virtuales, específicamente de la Red Social de Facebook, y Grupos de WhatsApp (con consentimiento informado); utilizando también la observación no participante, al asumir un rol pasivo en los diferentes ambientes virtuales.

 

Estas observaciones, fueron consignadas en una rejilla, que recogía todas aquellas interacciones y expresiones resultado de las observaciones, a la cual se le incorporó una casilla de análisis teniendo en cuenta aportes teóricos y conceptuales, así como reflexiones propias que visibilizaron aprendizajes sociales. De esta manera, se hizo uso de la Netnografía como herramienta de investigación en internet, que “enriquece las vertientes del enfoque de innovación y mejoramiento social que promueven los métodos activos y participativos dentro del espectro de lo cualitativo (metodología y práctica social), integrándose a las transformaciones importantes que Internet ha provocado en nuestra cotidianidad” (Gebera & Washington, 2008, p. 84).

 

Además, se tornó imprescindible,  escuchar las voces tanto de directivos, como maestros, padres de familia y/o acudientes y estudiantes, sus percepciones, experiencias, significaciones otorgadas a este camino educativo en ambientes virtuales, “que trata de provocar el descubrimiento de nuevos significados e ideas de la realidad, aprovechando la experiencia del investigador y la relación que mantiene con respecto al tema que estudia” (Barbero et al., 2005, p.166), haciendo uso de la encuesta de tipo cualitativo, que permite la obtención de datos sobre una gran variedad de temas, y “no tiene como objetivo establecer las frecuencias, promedios u otros parámetros, sino determinar la diversidad de algún tema de interés dentro de una población dada” (Jansen, 2013, p.43).

 

Resultados y discusión

 

 Aprendizajes sociales develados en el proceso de análisis y reflexión

 

“A partir de la implementación masiva de las interacciones comunicativas con mediación tecnológica en la sociedad, se conforma un nuevo modo de adquisición de conocimientos y experiencia del mundo, desligado del contacto directo con los otros. La construcción del yo y la conformación de la sensibilidad se modelan a partir de materiales simbólicos y no de relaciones presenciales, como en las interacciones cara a cara que precedieron a la edad mediática” (Thompson, 1998, p. 274), en este sentido y máxime el uso y apropiación de los medios tecnológicos dado el aislamiento social y por ende el cierre de las escuelas, a causa de la propagación del virus COVID-19, han emergido o quizás profundizado, los siguientes aprendizajes sociales en la comunidad educativa, que trascienden los contenidos y la academia, y es que, “del mismo modo que hablamos de una socialización familiar y de una socialización escolar, también tenemos que hablar de una socialización medial, la cual no se reduce a un limitado número de programas cuya finalidad explícita es educar” (Rodríguez, 2001, p. 122).

 

Uso de los medios de comunicación interactivos, más allá de la información y la comunicación

 

“Aprendimos que la tecnología no es solo Facebook y WhatsApp, vimos que podíamos usarlos de otras maneras, no solo para chismosear sino también para aprender” (testimonio estudiante, 2020). Esta expresión es una trascripción textual de lo manifestado por un estudiante, que pone de manifiesto los usos y apropiaciones que han hecho generalmente los jóvenes de las redes sociales y grupos de WhatsApp, de hecho, en las aulas de clases, ha estado prohibido el uso del celular, porque en su mayoría, los docentes perciben que son usados para navegar y buscar perfiles de amigos y conocidos, juegos, memes, y otras posibilidades de entretenimiento. Por otro lado, desde la docencia, tampoco se ha canalizado en su mayoría, el uso de estos medios para fines educativos, vistos desde la posibilidad de “conexión física y funcional entre el sistema de comunicación interactivo, sus expresiones estéticas y narrativas interactivas y el sistema humano de percepción y comunicación” (Moreno, 2000, p. 114), es decir, como mediadores que pueden generar vínculos más allá de lo técnico y, por ende, aprendizajes.

 

      En estos tiempos, de distanciamiento social y cierre de las escuelas, los docentes emprendieron la tarea  de adoptar Webs Sociales Virtuales como Facebook, y aplicaciones como WhatssApp, que son amigables y de las más utilizadas por los estudiantes, y en las que invierten gran parte de su tiempo, como entornos de aprendizaje que permiten fortalecer el desarrollo del currículo escolar, transformando de esta manera las prácticas educativas; además de trascender el estereotipo,  en cuanto a que este tipo de espacios virtuales, solo es para el ocio y la recreación, enviar y recibir mensajes. Por lo cual se puede plantear, que “las redes sociales abren múltiples opciones para añadir una nueva dimensión a los procesos de aprendizaje y conocimiento” (De la Hoz et al., 2015, p. 34), potencial que debe incorporarse dentro y fuera de la escuela para fortalecer el proceso educativo.

 

La autonomía en el manejo del tiempo para la consecución de los aprendizajes

 

Me he entregado más a mis tareas, me ha tocado duro, porque no las tenía cuando debía entregarlas, tuve que aprender a manejar el tiempo para que me alcanzara y buscar yo misma lo que no sabía” (testimonio estudiante, 2020). Expresión textual de un estudiante, que muestra cómo la realización de tareas haciendo uso de los medios de comunicación interactivos, así como la planeación y práctica pedagógica del maestro, no sujeta a horarios específicos, ha implicado de manera paulatina, que desarrollen habilidades y estrategias de planificación y regulación de las diferentes actividades, entre las que se encuentran aprender por sí mismos o a través del apoyo de los otros, el uso de los diferentes medios, que les permita cumplir con los diversos propósitos de aprendizaje y enseñanza, así como otros desafíos. Esto es “asumir la realidad de hoy que exige aprender a aprender de distintas fuentes de información y de conocimiento” (Sierra, 2005, p. 2 ), que supera para el caso del estudiante, la orientación única y propia del maestro; además de convertirse  la dificultad, y el incumplimiento con las tareas, en el medio de aprendizaje que enseñan a realizar una mejor distribución de los tiempos, es en el camino donde se va  aprendiendo que es necesario cambiar ciertos hábitos y rutinas escolares, “se ha de experimentar a cuenta y riesgo, y tomar el error no como fracaso, sino como oportunidad para depurar y mejorar procesos” (Sierra, 2005, p.3).

 

Aprendizaje autónomo que debe fortalecerse desde la escuela, de manera que el estudiante construya paulatinamente el conocimiento durante toda su vida, y no esté sujeto únicamente al direccionamiento escolar.  

 

Hacerle frente a la tecnofobia, para la apropiación significativa de todas las posibilidades de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación

 

Se retoma la siguiente expresión textual de un padre de familia y/o acudiente, “yo pensé que estaba muy vieja para aprender a manejar estos aparatos, me daba miedo que no fuera capaz bien, pero para ayudarle a mi hijo, hago lo que sea, el no me a perder el año por mi culpa” (testimonio  madre de familia, 2020).  Lo anterior, para plantear, que antes de la crisis generada por el COVID-19, muchos adultos incluidos docentes y padres de familia y/o acudientes, eran reacios a usar los nuevos medios de comunicación tecnológicos, sin embargo, en tiempos donde la única posibilidad de mantener la interacción con la comunidad educativa, y retomar algunas actividades escolares como la académico, es la virtualidad, los miedos paulatinamente se han dejado de lado,  o por lo menos no han sido impedimento para apropiar dichos medios, los cuales brindan las posibilidades no solo laborales sino también de entretenimiento e interacción social. Miedo e indiferencia a la tecnología, muchas veces suscitada por no saber usarla, sentirse demasiado viejo para aprender, o simplemente considerar que es perjudicial porque tecnifica al hombre y lo deshumaniza, o bien hay demasiados peligros en internet; y es que “desde la antigüedad al hombre le ha asustado la innovación, ha sentido temor ante la tecnología” (Llorca et al., 2011, p.8).

 

      No obstante, la responsabilidad con el trabajo, con el estudio, con el aprendizaje de  los niños, niñas y jóvenes, ha permitido que unos y otros se desprendan de sus temores, se adapten mental y de manera práctica a los desafíos de la sociedad de la información, y exploren las posibilidades que ofrecen las diferentes medios tecnológicos, comienzan a confiar en sus capacidades de  uso, de aprendizaje, se esfuerzan y arriesgan  a aprender y desarrollan destrezas técnicas en el manejo de ordenadores, celulares, tabletas, así como algunos programas y aplicaciones. De hecho, ha generado un impacto positivo, porque después de tener apatía hacia estos medios, manifiestan gran alegría con cada uno de los resultados obtenidos al utilizarlos.

 

En virtud de lo anterior, el currículo escolar de la institución educativa, debe contemplar fortalecer tanto en los docentes, como estudiantes y sus familias, las actitudes y aptitudes frente al nuevo escenario educativo a través de la virtualidad, lo cual implica una mirada crítica de los medios que rescate las ventajas del uso y apropiación de la internet.

 

 La importancia del trabajo mancomunado familias y escuela

 

“Siempre lo he dicho, que se necesita trabajar con la familia, sin ellos, los resultados no serían los mismos” (sic). Testimonio textual de un docente (2020), que revela, como hoy  más que nunca, emerge la necesidad de que familia y escuela trabajen juntos en la consecución de los fines educativos, que ambas instituciones sociales cooperen dentro de sus posibilidades y competencias para que el estudiante alcance los aprendizajes esperados; “ambas tienen en sus manos la misión de formar a los niños y niñas, pero es una misión que no debe ejercerse desde caminos disyuntos, es una misión compartida donde convergen los intereses y las preocupaciones de ambas instituciones frente al desarrollo de los sujetos en formación”(Rivillas, 2014, p. 161).

 

     Los padres de familia y/o acudientes, en su mayoría, realizan a diario grandes esfuerzos por ayudar a sus hijos  con las tareas escolares, pero además por asistir a los diferentes  encuentros virtuales  con los maestros, para recibir orientación de cómo emprender y mantener el proceso pedagógico desde la casa, igualmente el docente está en la búsqueda de aquellos escenarios desde los cuales pueda hacer seguimiento   y acompañamiento a la dinámica de cada una de las familias con relación al proceso de enseñanza y aprendizajes de los estudiantes, y es que “la educación es un proceso muy largo que comienza siendo impartida por la familia y luego la escuela y se necesita de ambas partes para conseguir un pleno desarrollo educativo y personal del niño/a” (Domínguez, 2010, p.1).

Lo antepuesto, trae consigo el desafío, de fortalecer las escuelas y consejo de padres en la institución educativa, de manera que se vinculen las familias de manera significativa a los procesos institucionales, y se generen proyectos de manera conjunta y articulada, respondiendo a los intereses y necesidades de ambas instituciones sociales.

 

 El valor de la solidaridad no solo en términos económicos sino desde el compartir de saberes

 

“Existe una gran cantidad de personas que no saben usar los medios tecnológicos, hasta en nosotros los profesores encontramos eso, ha tocado enseñarles para que respondan, tenemos que ayudarnos porque los resultados no son personales sino institucionales”, expresión textual de un docente, en la que se refleja, que en estos tiempos de crisis a causa del COVID-19, han aflorado una serie de acciones que tienen que ver con la entrega de donaciones en términos de alimentos por ejemplo, para los más necesitados, manifestando así, preocupación por los otros y empatía hacia las difíciles situaciones sociales y económicas. Sin embargo, estas no han sido las únicas experiencias de solidaridad que han emanado, la comunidad educativa desde sus conocimientos previos y manejo de informática, se ha preocupado por enseñar al que no sabe, el uso de herramientas o aplicaciones informáticas con el fin de que los estudiantes   puedan cumplir con las labores escolares, de hecho, hay préstamo de equipos celulares entre las diferentes familias, al momento de las clases virtuales.

 

     Aprendizaje de la solidaridad, que no estaba explícito  dentro del currículo escolar institucional, pero que nació en un contexto real como capacidad de servicio hacia la propia comunidad, encontrando así nuevos sentidos a todo aquello que aprenden, de hecho, Roche (1999), en una teleconferencia, plantea que “entre los mayores retos que afronta la sociedad del 2000, está el de consolidar un tejido social positivo que permita la convivencia armónica entre personas, grupos, colectividades y países, salvaguardando su identidad como personas, como grupos o naciones y, a la vez, actuando solidariamente para con los demás para coadyuvar a la supervivencia, para aumentar la calidad de vida, para hallar significado en ella”.

 

     Entre los mismos docentes, han replicado y compartido sus conocimientos en informática, a través de videoconferencias y el compartir pantalla, no solo enseñando lo que el otro no sabe para poder comunicarse con los  estudiantes y sus familias desde la virtualidad, sino para retroalimentar sus propias prácticas pedagógicas, con base en experiencias significativas durante este tiempo, lo que genera mayor conexión entre la comunidad educativa, se trata en términos de Vidal (1996), de una solidaridad sociológica centrada en la cohesión y relación producida al interior de un grupo, donde las personas actúan solidariamente entre sí. 

 

Solidaridad que debe ser trabajada en el aula, de manera que se genere conciencia sobre la importancia del otro y del medio ambiente, y así aprender a vivir juntos, bajo el principio de la cooperación y el bien común.

 

La creatividad y la innovación como principios fundamentales para hacerle frente a las nuevas demandas de la sociedad

 

El siguiente testimonio literal de un docente  “cuando mandé los primeros talleres, casi todos estaban malos, me tocó ingeniármelas para hacer videos bien dinámicos y que todos entendieran” (2020), permite exponer, como en medio de las dificultades, y en la búsqueda exhaustiva de estrategias para lograr que unos y otros aprendan, a pesar del cierre repentino de las escuelas, los docentes han explorado diversas posibilidades didácticas que permitan minimizar el riesgo de que los estudiantes no adquieran los aprendizajes propuestos, máxime cuando no cuentan con su presencia física y orientación directa. Estas nuevas estrategias que transforman las existentes, y surgen en un contexto de necesidad, se valen del recurso de la creatividad para superar los obstáculos y sortear la crisis, creatividad vista “como una capacidad, dada sus características dinamizadoras en la actividad del hombre, al vincularse en la comunicación e interacción en el contexto circundante, genera la movilidad y consiguientemente la transformación del mismo” (Ruzinek, 2005, p. 17). En estos términos, se habla de un proceso de transformación, más que de adaptabilidad a las nuevas circunstancias, en el que también los estudiantes y sus familias, crean   nuevas ideas y formas de  dar cuenta de sus aprendizajes, en el que entran en juego las capacidades individuales sumadas a la colectividad, y es que la creatividad “nos ha llevado desde las cavernas hasta Saturno, y en el origen de cada obra creativa existe siempre un desafío que desencadena el proceso creador, por eso, debemos considerar el acto creador como respuesta a una situación de crisis a veces colectiva y siempre individual” (Romo, 2009, p. 96).

 

Recuperar el valor del maestro, como uno de los pilares fundamentales en los procesos de formación de nuestros niños, niñas y jóvenes

 

“No cualquiera es profesor, yo le explico y le explico a esos muchachos, pero me acaban la paciencia. Hay que estudiar para eso” (testimonio padre de familia, 2020), a partir de esta expresión de un padre de familia y/o acudiente, es importante plantear, que en muchas ocasiones, se han generado disputas entre los padres de familia y docentes, al no lograr comprender las dinámicas que se generan al interior del aula de clase, ni los procesos metodológicos y didácticos que se llevan a cabo acorde con los ritmos de aprendizaje de los niños y niñas.

 

       Esta situación, conlleva a que muchos docentes, sientan que su labor no es reconocida ni valorada, a pesar de que, según como lo expone Zorilla (2002), en una conferencia, “han estado presentes en todas las sociedades a lo largo de los siglos. La enseñanza ha sido el mecanismo por el cual un grupo social, transmite a las nuevas generaciones sus conocimientos del mundo”. No obstante, el papel del maestro a veces invisibilizado, ha estado presente a través de prácticas pedagógicas abiertas y flexibles que buscan responder a las dinámicas y contextos escolares. Estos propósitos y esfuerzos, hoy más que nunca son reconocidos por las familias, al darse cuenta de las dificultades para cumplir con los propósitos educativos, desde cada uno de los hogares, dado que los resultados descansan más, sobre las actividades  que logren trabajarse bajo su supervisión directa, y es que para ser docente hay que asumir varios roles, como motivador, orientador, líder, organizador y hasta administrador, no se trata solamente de transmitir conocimientos, la “función del profesor es descubrir y ayudar a descubrir el conocimiento, compartirlo y desarrollarlo conjuntamente con los alumnos/as” (Domínguez, 2011, p.181).

 

 

La escuela como ese espacio de esparcimiento, fortalecimiento de relaciones sociales y vínculos afectivos, más allá de la academia

 

“Nosotros hacemos videoconferencias con los profesores y los de la clase, y aunque a veces nos reímos, hace falta verlos, molestar, contarnos las cosas que pasan en el colegio”. En este sentido, el anterior testimonio textual de un estudiante (2020), refleja que la escuela trasciende su carácter academicista, para ser ese lugar donde convergen un sinnúmero de experiencias, producto de la socialización entre pares, maestros y estudiantes, experiencias desde el plano de divertirse juntos, hasta consolidar relaciones intra e interpersonales. De esta manera, la escuela moviliza prácticas de relación, sentires, formas de expresión y pensamiento, que emergen muchas veces de manera espontánea, no sujetas a normas y estandarización. Este propósito de la escuela, más allá de los contenidos, es reconocido hoy por los estudiantes, dado el distanciamiento físico que han tenido de compañeros (as) y maestros (as), pues si bien, los medios de comunicación interactivos, posibilitan las relaciones sociales desde la virtualidad, permitiendo mantener la comunicación y algunas acciones de la cotidianidad, se torna imprescindible, la calidez del encuentro en el terreno de lo tangible, sin mediación alguna más que el lenguaje, siendo la escuela un espacio con alto contenido del mundo sensible, donde los sujetos desarrollan capacidad para crear vínculos, afectos, así como construir identidad, reconocimiento y autoafirmación. Razón por la cual, se ve la escuela, desde Duschatzky (1999), en una doble dimensión, como campo de posibilidad y desarrollo de la mente humana (prescripción educativa) y como el terreno propicio en el que se sitúan la experiencia educativa y el uso que de ella hacen los sujetos (construcción subjetiva).

 

La importancia del pensamiento crítico, dada la cantidad de noticias falsas que circulan por los diferentes medios

 

“Aprendimos a revisar si lo que hay en internet es verdadero, al principio hacíamos reclamos sin saber, pero ya sabemos que debemos preguntar, hay muchos anuncios falsos” (testimonio padre de familia, 2020).

Este tiempo, ha brindado oportunidades para cuestionarse sobre la veracidad de la gran cantidad de información que circula por diferentes redes sociales y grupos de WhatsApp, de manera libre, sin pasar por filtros de seguridad que confirmen o no la certeza de las mismas. Aprender a discernir, a preguntar, dar el beneficio de la duda a todas aquellas percepciones e informaciones que circulan por los diferentes medios, ha sido un aprendizaje obligatorio en tiempos de pandemia, que minimiza el riesgo de caer en mentiras, medias verdades, engaños y desinformación, dado que en un principio creer en las fake news, afectaba de una u otra forma, la sana convivencia entre los miembros de la comunidad educativa, pues en algún momento resultaba  incoherente y contradictorio lo que esta emitía de manera directa, con aquello que se difundía por otros medios. Así, en medio de dudas, incertidumbres, falacias, y malos entendidos, se ha ido consolidando la cultura de la actitud crítica y consciencia en la identificación de la información, y es que retomando a Bauman (2003), las estructuras sociales no permanecen en el tiempo, dejándonos enfrentados a un mundo sin referencias seguras en el que reina la incertidumbre. 

 

       En virtud de lo anterior, es indispensable el pensamiento crítico en la escuela, de manera que se tome conciencia sobre el impacto social que puede tener la creencia o no, en ciertas informaciones y noticias, y la importancia de educarse en el desarrollo de criterios propios con base en información confiable, para la toma de decisiones.

 

Conclusiones

 

No todos los aprendizajes son planeados y controlados, algunos emergen de manera significativa en el plano de la experiencia inmediata y espontánea en relación constante con los otros, y ahora a través de los usos y apropiaciones de los medios de comunicación interactivos, que se revelan a través de la transformación repentina de las escuelas.

 

     Las dificultades y las crisis, se convierten en momentos, oportunidades  y escenarios propicios para fortalecer y reinventar lo que se hace, y en este caso, robustecer y cualificar el sistema educativo, lo cual es un panorama alentador y esperanzador, en medio de tantas noticias y publicaciones que dejan a la luz las enormes desigualdades económicas y sociales, falta de oportunidades, violación de derechos constitucionales, acceso y tenencia de medios por parte de las familias, así como detrimento de la calidad educativa dada la imposibilidad de estar en el aula de clases, y la escasa conectividad de nuestros estudiantes.

 

     En este sentido, los medios de comunicación interactivos, han trascendido el uso técnico y funcional para el que fueron creados, más allá de ser usados para informar y comunicar, se convierten en recursos simbólicos que nos acercan a los otros, y permiten realizar actividades de la cotidianidad, para el caso de este estudio, continuar con el proceso de enseñanza y aprendizaje de la escuela, superando en conjunto, las limitaciones físicas y sesgos en cuanto a la presencia de estos. Las posibilidades de contacto y vínculo, entre las miembros de la comunidad educativa, gracias al uso de los medios, ha permitido también la emergencia y visibilización de ciertos aprendizajes, que ponen de manifiesto en tiempos de pandemia, el currículo oculto, aquello que no ha sido pensado en términos educativos, pero igual de importante en el proceso de formación.

 

     Es importante tener en cuenta, que los aprendizajes develados en esta investigación, no son únicos, totalizadores y universales, cada Institución Educativa acorde con las estrategias pedagógicas y didácticas adoptadas durante la pandemia, puede encontrar similitudes pero también diferencias. Por otro lado, más allá de los aprendizajes que surgen, gracias al acceso y uso de los medios, así como la conectividad, se ha enfrentado el enorme desafío de no tenerlos, y de igual forma, continuar aprendiendo; capacidad de respuesta que ha trascendido el terreno del individualismo competitivo hacia el trabajo recíproco de las personas de la comunidad educativa, donde estudiantes, padres de familia, docentes, directivos y administrativos, han tejido en conjunto ideas, acciones y prácticas que han permitido hacerle frente a la pandemia.

 

     De igual forma, los aprendizajes descritos, deben ser analizados en conjunto, para revisar la viabilidad e importancia de incluirlos dentro de las planeaciones y procesos educativos institucionales, dado que, de alguna manera, han contribuido a generar comportamientos y resultados esperados en el ámbito educativo, y que favorecen el proceso de enseñanza y aprendizaje, como lo es la autonomía, creatividad, y fomento del pensamiento crítico para la toma de decisiones asertivas.

 

 

Referencias

 

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[1]Artículo producto de la Netnografía en redes sociales como Facebook y aplicaciones como WhatsApp, y de la encuesta cualitativa, dado el proyecto Interacción Familias y Escuela a través de las plataformas digitales, en la  Institución Educativa Augusto Zuluaga de la ciudad de Pereira,  en el marco del programa doctoral en “Ciencias de la Educaciòn”, con la Universidad Tecnológica de Pereira.

[2] Normalista Superior, Ingeniero de Sistemas y Computación, Magíster en Ingeniería de Sistemas y Computación, Estudiante de Doctorado en Ciencias de la Educación. Coordinador Académico Institución Educativa Byron Gaviria. Correo electrónico: maocop@utp.edu.co. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8447-2184.